"Entretenía a las visitas interpretando fantasías y caprichos en el piano. Su sensibilidad, su sentimiento, la rapidez de sus dedos y, sobre todo, la agilidad y potencia de su mano izquierda, me dejaban absorto... Físicamente, era un hombre de complexión pequeña, muy delgado y de pálida tez, con abundante cabello, aunque algo fino y claro, del que estaba, por cierto, muy orgulloso... Era muy aficionado al billar, y jugábamos juntos bastantes partidas, aunque siempre me ganaba. Fue un hombre de corazón bondadoso y su ánimo estaba constantemente dispuesto a complacer a los demás. Sólo se mostraba algo distinto cuando interpretaba su música: era capaz de interrumpir su ejecución si escuchaba el menor ruido. Ofrecía conciertos todos los domingos, a los cuales yo no recuerdo haber faltado en ninguna ocasión."
En el libro del escritor Ramón Andrés titulado "Mozart" (2006), lei que casi nunca usaba peluca y que cuidaba mucho su aspecto físico porque carecía de otras cualidades físicas al ser bajito y delgado. Lo que sí se sabe es que su semblante era amable y grato.
En una ocasión preguntaron a Constanze, la mujer de Mozart, cuál era el retrato más fiel a la imagen física de su marido. Ella no dudó en responder que el pintado por Joseph Lange in 1789. En opinión de Nannerl, la hermana de Mozart, el parecido era admirable.
Este es retrato que tanto gustaba a Constanze y a Nannerl:
Mozart murió antes de que el pintor (que era su cuñado) pudiera terminarlo.
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